Gracias a ellos conocí cosas muy lindas, estuvieron presentes muchos años de mi vida. Me vieron nacer crecer y me hubiera gustado que sigan acá conmigo.
Como no puede ser, porque por alguna razón se fueron, hago este pequeño homenaje.
Con o sin tatuaje se que están conmigo. Pero es lindo leer sus nombres en mis tobillos y recordar todas las cosas buenas que me dieron.
Puedo decir que tuve y sigo teniendo los abuelos más lindos que se pueden llegar a existir.
¡Gracias por todo!